La Red europea Eurochild ha publicado hoy el informe “Invertir en los niños en la era de los derechos sociales”, en el que se analiza el Semestre Europeo 2017 centrado en la situación de la pobreza infantil y los derechos de los niños en 18 países de la Unión Europea. El Semestre Europeo es un proceso de seguimiento de las políticas económicas de la Unión Europea a partir del cual la Comisión Europea hace recomendaciones a cada Estado Miembro. 
El informe “Invertir en los niños en la era de los derechos sociales” supone parte de la labor que las plataformas de infancia nacionales, junto con la red Eurochild, realizan para supervisar el seguimiento del Semestre Europeo.
El reconocimiento de los desafíos sociales en toda la Unión Europea ha sido evidente este año con el lanzamiento del Pilar Europeo de los Derechos Sociales; un cuadro de objetivos e indicadores sociales que se quieren conseguir las instituciones europeas. Sin embargo, a pesar de este avance, este año no se ha establecido ninguna recomendación a los Estados miembros a nivel de políticas económicas para reducir la pobreza infantil. En 2014 se hicieron 7 recomendaciones, lo que parece indicar que estamos ante una tendencia preocupante. Además, las recomendaciones contradictorias han dificultado que los países equilibren sus prioridades económicas y sociales.
España recibió una recomendación para mejorar los resultados educativos proporcionando capacitación docente y apoyo individual a los estudiantes, lo que requiere inversión, mientras que, al mismo tiempo, se instó a “emprender una revisión integral del gasto” promoviendo medidas de austeridad. El caso español es especialmente preocupante debido a sus altas tasas de pobreza infantil, que se sitúan en 32,9%. En el informe se destacan los pocos avances realizados por el Estado para revertir estas cifras. Es por ello que las organizaciones que han elaborado este informe recomiendan incrementar la prestación por hijo y abordar una correcta identificación de las partidas presupuestarias destinadas a la infancia, tal y como establece el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas.
Entre las principales recomendaciones se propone:

  • Utilizar el cuadro de indicadores del Pilar Social como base para un seguimiento periódico de los avances, garantizando que existe un equilibrio entre las demandas de cumplimiento del cuadro macroeconómico con el cumplimiento de los objetivos sociales.
  • Promover la inversión en infancia. Tal y como recomendó la Comisión Europea en 2013, debe vigilarse el seguimiento de la inversión en infancia que realizan los Estados y formar parte de las recomendaciones específicas por país que se realiza a los Estados Miembros de la Unión Europea.
  • Evitar indicaciones contradictorias. Se debe tener en cuenta el impacto social que tienen las recomendaciones de reforma económica y financiera que se hacen a los Estados Miembros. El cumplimiento de los compromisos macroeconómicos no puede realizarse a costa de la inversión en salud, educación o el bienestar.
  • Debe garantizarse un dialogo efectivo con la sociedad civil. Los Estados Miembros deben realizar un dialogo continuado con las organizaciones de la sociedad civil a la hora de establecer los Planes de Reforma así como en el resto de procesos del Semestre Europeo.
  • La pobreza infantil debe ser una prioridad en el Semestre Europeo. Las decisiones políticas que se establezcan no pueden basarse en procesos cortoplacistas, siendo necesario abordar políticas y estrategias adecuadas para reducir los altos índices de pobreza infantil. Es altamente preocupante  que las recomendaciones específicas por país haya reducido a cero las indicaciones sobre pobreza infantil.
  • Las recomendaciones deben centrarse en los niños y niñas más vulnerables. Las políticas que se recomienden deben velar por el bienestar de todos los niños pero también abordar las especificadas de los colectivos más vulnerables, como son niños en el sistema de protección, niños migrantes y especialmente los niños y niñas no acompañados, infancia gitana, niños con discapacidad y otros.
  • La participación infantil debe ser parte del proceso. Tal y como establece la recomendación citada o la propia Convención sobre los Derechos del Niño.
“Alentamos a los Estados Miembros de la UE a hacer que las políticas económicas funcionen para los niños y a que la Comisión lleve a cabo su análisis social en acción” pide Jana Hainsworth, Secretaria General, Eurochild.
Además, este año los miembros de Eurochild han destacado algunos ejemplos positivos de la participación de algunas organizaciones de la sociedad civil en el proceso del Semetre. Por ejemplo, en los Países Bajos, Defense for Children Netherlands, al trabajar con los responsables del Semestre en el país, ha contribuido al mismo con evidencias y recomendaciones basadas en la perspectiva de los derechos del niño.