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Perspectivas para la infancia en 2024, cooperación en un mundo fragmentado

La más reciente publicación de la Oficina Internacional de Investigación UNICEF Innocenti, se presenta planteando al mundo que es el momento ya de elegir entre dos caminos. Hay un camino marcado por la colaboración global creciente, la innovación, conocimiento compartido, transferencia de políticas y crecimiento igualitario. Y hay otro camino que implica menos unidad y más proteccionismo, vinculado a países que afrontan individualmente los retos del cambio climático, los conflictos y la escasez de recursos. Escoger uno u otro determinará el futuro de la infancia en el mundo.


DIARIO FEMINISTA

Susana Gómez

Enero 31, 2024


Este informe examina cómo impactará en la infancia la fragmentación global geopolítica y económica, destacando ocho tendencias que marcarán las vidas de la infancia y la juventud en este año que acaba de comenzar, así como las directrices políticas para proteger sus derechos y bienestar en medio de tanta incertidumbre.


Los cambios geopolíticos y el riesgo de guerras; la fragmentación económica y la subida de los precios consecuencia de la pandemia del COVID-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania; un sistema multilateral fragmentado que está fallando en temas clave para la infancia; la crisis de endeudamiento que empuja a muchos países a presupuestos de austeridad y al debilitamiento de los sistemas de protección social; la desinformación potenciada por los enormes avances tecnológicos y los elevados niveles de violencia política; la acelerada transición a las energías renovables que está remodelando los principales mercados minerales y laborales; el fenómeno climático El Niño y las enfermedades transmitidas por los mosquitos, así como la escasez de agua que amenazan la salud de la infancia; y finalmente, la preocupación ante los potenciales impactos de tecnologías sin control, conforman las ocho amenazas identificadas en este informe.


Aun con todo, la visión es esperanzadora al presentar al mismo tiempo las recomendaciones políticas y las oportunidades que ofrece un mundo en el que las posibilidades de corresponsabilidad y cooperación son prometedoras; la solidaridad económica, la colaboración entre los mercados y la inversión en futuras capacidades pueden proteger los derechos y el futuro de la infancia. Es posible reconducir el sistema actual mediante el compromiso hacia una reforma de financiación global más inclusiva. Por otro lado, el debate público puede reactivar y fortalecer la confianza en la democracia mediante la colaboración entre todos los agentes implicados, incluyendo a la juventud y garantizando la libertad de expresión y el rigor informativo. En cuanto a la transición ecológica, actuar de manera responsable, solidaria y justa beneficiará a la infancia; también la cooperación internacional en la investigación y la planificación integral puede mitigar los daños de los fenómenos climáticos en la salud y en la nutrición de la infancia. Y por último, políticas digitales proactivas centradas en la infancia han de asegurar un diseño y regulación responsables que minimicen los riesgos de las tecnologías sin control.


En 2024, el mundo debe reconocer que su destino es compartido. Se impone la cooperación para poner los intereses y las voces de la infancia en el centro de las decisiones sobre nuestro futuro común.


ENLACE DE ACCESO AL INFORME (En inglés)

El Parlamento Europeo (casi) pide un alto el fuego en Gaza.

 A pesar de la situación humanitaria en Gaza, las instituciones de la UE 
no condenan plenamente los presuntos crímenes de guerra contra civiles y niños.


El 18 de enero, por primera vez, el Parlamento Europeo pidió explícitamente un alto el fuego permanente que sea una llamada más enérgica en comparación con la petición anterior de una pausa humanitaria en octubre de 2023. En la resolución se condena la desproporcionada respuesta militar de Israel y expresa su apoyo a la Corte Internacional de Justicia, ante la que Sudáfrica presentó acusaciones de genocidio contra Israel.

Sin embargo, una enmienda del PPE - Partido Popular Europeo añadió la condición de que el alto el fuego se produzca sólo después de la liberación de los rehenes y el "desmantelamiento de Hamás".

La resolución fue aprobada por 312 votos a favor, 131 en contra y 72 abstenciones. Al añadir estas condiciones, la resolución del Parlamento no condena los presuntos crímenes contra civiles per se, sino que los lee como daños contingentes e indirectamente les permite seguir ocurriendo hasta la derrota de Hamas.

Los hospitales de Gaza se encuentran en condiciones catastróficas. Escuelas, refugios, tiendas y hogares han sido golpeados por el ejército israelí. Según Save the Children, 100 niños mueren en Gaza cada día en promedio. El hambre, las enfermedades y la falta de necesidades básicas como el agua, los medicamentos y el poder amenazan la vida de un millón de niños.

Pedimos a las instituciones de la Unión Europea (UE) y a los Estados miembros de la UE que utilicen todas las vías disponibles para aliviar el sufrimiento de los civiles palestinos, incluidos los niños. Pedimos una cesación del fuego inmediata que ofrezca oportunidades para negociar la liberación de rehenes y una investigación internacional independiente sobre los crímenes cometidos por todas las partes. El alto el fuego también evitará la creciente pérdida de vidas inocentes en Gaza y facilitará la entrega de ayuda humanitaria crucial, dice Sabine Saliba, secretaria general de Eurochild.

La respuesta de Israel a Hamas, los ataques brutales y brutales de Hamas el 7 de octubre de 2023 se convirtieron en un castigo colectivo contra la población civil de Palestina, especialmente los niños, que son la mitad de la población de Gaza y que han estado viviendo con sus familias bajo más de 50 años de ocupación israelí.

Después de los abominables ataques de Hamas el 7 de octubre, la destrucción masiva de Gaza y el número de víctimas civiles en un período tan corto no tienen precedentes durante mi mandato, dijo Antonio Guterres, Secretario General de la ONU el 20 de enero.

La resolución del Parlamento Europeo, que no tiene ningún peso legal, pero sí
arroja luz sobre las "dobles normas" de la Unión Europea sobre los derechos humanos

Todos los niños, independientemente de su origen, 
deben estar protegidos de los horrores de la guerra.


    Abogue por un alto el fuego inmediato
    Apoyo a un acceso sostenido y sin trabas a la asistencia humanitaria
    Promuevan negociaciones pacíficas
    Instan pública e incondicionalmente a que se rinda cuentas a todas las partes en el conflicto, sin excepción, por su violación del derecho internacional y el castigo colectivo de los civiles.

Hablando de Infancia y Adolescencia, HDIA enero 2024, Revista digital de GSIA.

                             Hablando de Infancia y Adolescencia. 

La Asociación GSIA edita esta Revista de Prensa, bimensual y digital,
que analiza la actualidad recogida por los medios 
en relación a la infancia y la adolescencia, 
aportando nuestro propio enfoque 
con distintos secciones, artículos y columnas de opinión.


Feliz 2024, son las primeras palabras obligadas en este primer número del año, deseando a las personas que nos leen que hayan pasado unas felices fiestas rodeadas de sus seres queridos.
El nuevo año simboliza la renovación, así como la mirada atrás para plantear nuevos propósitos,
cambios respecto a lo que nos gustaría mejorar de nuestro pasado más reciente, así como aquello que queremos dejar atrás... 

En la sección ‘GSIA Opina’ nos hacemos eco de la matanza indiscriminada de la población civil de Gaza, especialmente niños y niñas, mostrando cómo un Estado, con la permisividad de la comunidad internacional está violando sistemáticamente los derechos humanos e incumpliendo sistemáticamente la legalidad internacional. 
También podemos ver noticias en las que una vez más se trata a los niños como sujetos pasivos, en riesgo por su propia condición, y receptores de la supervisión adulta que sólo contempla la prohibición y la imposición de límites, sin pensar más allá del tipo de sociedad que la persona adulta construye desde una lógica consumista, de culto a la imagen y que no mira hacia la situación de pobreza que afecta a niños y niñas.
Sin embargo otras, en las que ellas y ellos alzan su voz,  contra el cambio climático, movilizándose para pedir la paz ante los descarnados conflictos bélicos que se están produciendo en distintas regiones del mundo, o diseñando inventos para atender a problemas cotidianos... La presencial social los niños y adolescentes tiene cada vez mejor y mayor acogida en los Medios.

En la sección ‘Escaparate’ abordamos temas que interesan a la población infanto-juvenil, y también al ámbito adulto, como es el caso de las relaciones afectivo- sexuales en la infancia y la adolescencia. La IX Jornada anual GSIA ha supuesto un récord de asistencia respecto a todas las anteriores, lo que denota el interés que suscita la temática, aunque paradójicamente, como es sabido, resulta polémica por considerar que esta materia no debe de abordarse en el ámbito educativo atribuyéndole una carga ideológica. Nos quedamos con una frase literal que se recoge de la Jornada, que define la sexualidad como “una energía que nos impulsa a buscar afecto, contacto, placer, ternura e intimidad… influye en nuestros pensamientos, sentimientos, acciones e interacciones y por tanto está relacionada con nuestra salud física y mental”. Lee toda esta sección y accede al vídeo de toda la Jornada.

Durante el 2023 hemos percibido que las niñas y niños quieren ser sujetos activos en sociedad y deseamos que esto no cambie para 2024, en todo caso, que seamos muchas
personas adultas las que seamos capaces de cambiar nuestra mirada hacia ellas y ellos.

Este año recién iniciado tiene mucho margen para mejorar y 
desde la Asociación GSIA estaremos muy atentos 
al ejercicio de los derechos de esos niños, niñas y adolescentes 
y su reflejo en los medios de comunicación. 

Nuestros mejores deseos para todos nuestros lectores 
y en especial a esos niños víctimas de conflictos bélicos. 
Ellos y sus familias.
Ojalá se hagan realidad.


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GSIA es una asociación sin ánimo de lucro, de carácter independiente, que fue creada hace 10 años por un pequeño pero apasionado grupo de profesionales de diferentes especialidades.

Su finalidad principal es la de contribuir al reconocimiento de los derechos humanos en la infancia y la adolescencia, a través del estudio, la formación, la sensibilización y la difusión de los mismos.

 

¿a qué llamaremos Nochebuena? ¿quién va a poder decir a los niños: ¡hoy es Navidad! ?

       Y LOS OJOS DE UN NIÑO

 

Cuando otra vez el odio empuña la violencia
y pone cara al pesebre de la Noche de paz,
y una lumbre oscura de palabras de fuego
funde todos los símbolos de luz del árbol familiar,
¿a qué llamaremos Nochebuena? ¿quién
va a poder decir a los niños:
¡hoy es Navidad! ?
 
Cuando otra vez la guerra reverdece
e imágenes de muerte invaden nuestra tele,
y las noticias nunca ofrecen buenas nuevas,
y las caras del dolor son bolas en nuestro árbol,
¿a qué llamaremos Nochebuena? ¿quién
va a poder decir a los niños:
¡hoy es Navidad! ?
 
Cuando un niño descubre el dolor de otros niños
que sufren y padecen una violencia extrema,
y gritan fuerte ¡mamaaaaá!, mas no existe consuelo,
y su alma se desangra y el mundo es un infierno,
¿a qué llamaremos Nochebuena? ¿quién
va a poder decir a los niños:
¡hoy es Navidad! ?
 
Pero es ya Navidad.
 
En silencio o por hábito invocamos la paz,
y nos duele el dolor de saber que es en vano;
y la vida no vale y la paz es un sueño vacío
en un mundo sin alma, lobo el hombre del hombre.
 
Pero hoy que es Navidad al decirlo temblamos;
y en silencio evocamos que en el portal un niño
no lo tuvo más fácil en un mundo hostil siempre,
salvo mientras se es niño y los ojos no entienden,
hasta el día en que descubren que ser feliz no es fácil.
 
Y por eso en Navidad maquillamos el mundo
de color y de luz, de esperanza para ellos,
por ver si el sol naciente los acuna en los brazos
de un futuro mejor, de borrón y cuenta nueva,
de año nuevo de bien, si otro mundo es posible.
 
Y ¡Feliz Navidad! nos deseamos con palabra sincera,
y ¡feliz! repetimos como esperanza y sueño,
¡feliz!, en un tiempo de familia y de gozo
y añadimos ¡paz!, evocando a esos niños…
 
Y soñamos que es cierto
que los sueños se cumplen, que se vuelven verdad
con amor, con entrega, con trabajo y esfuerzo,
y los ojos DE UN NIÑO. 

Heliodoro Fuente Moral.

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DEJEMOS
QUE LOS NIÑOS VIVAN EN PAZ.

VIIº informe en la serie 
"No a la guerra contra la infancia" 
de Save the Children. 14 de diciembre.

Este es nuestro séptimo informe en la serie "No a la guerra contra la infancia" de Save the Children

Cinco años después de nuestro primer informe, cada vez más niños y niñas están afectados por conflictos, con consecuencias devastadoras para sus vidas y sus futuros. El análisis de este informe se basa en datos actualizados sobre el número de niños y niñas que viven en zonas de conflicto, realizados por el Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO), en el análisis de Save the Children del informe anual de 2022 del Secretario General de las Naciones Unidas sobre niños y conflictos armados, y en nuestro mapeo del número de graves violaciones en los informes sobre infancia y conflictos armados de 2005 a 2022.

En 2022, alrededor de 468 millones de niños y niñas, uno de cada seis, vivían en zonas de conflicto, lo que supone un aumento del 2.8% desde 2021. Se registraron 27,638 violaciones graves contra menores, la cifra más alta desde 2005, con un promedio de 76 violaciones diarias. La República Democrática del Congo encabezó la lista como el peor país para ser niño o niña, seguido por Malí y Myanmar. 

El reclutamiento y uso de niños fue la segunda violación más verificada, con 7,610 casos en 2022. 

Se observa un preocupante aumento en el acceso a servicios básicos y protección para miles de niños y niñas. Los ataques a escuelas y hospitales aumentaron en un 74%.

Descarga el informe 'No a la guerra contra la infancia: Dejemos que los niños vivan en paz':

DESCARGAR


 

“Ya no quiero dormir, no soporto más pesadillas”. En Gaza hay cerca de un millón de niños. Su miedo es insoportable.

 Mahmoud Mushtaha, el joven periodista gazatí, cuenta el infierno en la Franja. 

Desde su precaria y peligrosa situación, Mushtaha nos ha hablado del terror y 

el sufrimiento que Israel está infligiendo a un millón de niños gazatíes

 que mueren bajo los misiles, la falta de comida y agua o las epidemias 

 que empiezan a aflorar por las pésimas condiciones de vida en la Franja.  

Muchos de ellos sufren trastornos psicológicos por los bombardeos. 

Save the Children advierte de que el 80% muestra signos de angustia emocional.


Mahmoud Mushtaha 

Ciudad de Gaza 

Crónicas desde el Infierno, CTXT.


Una niña palestina y su madre son rescatadas de los escombros, Khan Yunis, sur ciudad de Gaza. / Mohammed Zannoun


Mariam Jarada, de 14 años, expresa su miedo a dormir debido a las pesadillas. “El sonido de los aviones y los bombardeos me da pánico. Cada vez que intento dormir, me atenaza un miedo a que algo malo esté ocurriendo. He llegado a un punto en el que ya no quiero dormir; no soporto más pesadillas”.


En la Franja de Gaza viven alrededor de un millón de niños. Muchos menores y jóvenes nacidos aquí han estado expuestos a los bombardeos y ataques aéreos durante las cuatro guerras israelíes anteriores –en los años 2008, 2012, 2014 y 2021–, además de a varios ataques, y ahora vuelven a estarlo en 2023.


Cuando comenzaron los bombardeos en la ciudad de Gaza, la niña Dana Shamiya, de 11 años, escribió a bolígrafo una carta y la colocó bajo la almohada de su madre. El mensaje dice: “Todo es aterrador y da miedo. Ha sido mi cumpleaños y no he soplado las velas. No recibí regalos ni nada. Echo de menos a mi padre y a mis hermanos. Me siento como si estuviera ardiendo. Casi me vuelvo loca, Dios”.


Decenas de miles de niños sufren distintos síntomas psicológicos relacionados con el miedo a los bombardeos. Entre estos síntomas se encuentran la depresión, la ansiedad, los trastornos de conducta, las pérdidas de orina, la irritabilidad y un largo etcétera. “Dana expresó el miedo y la ansiedad que ella y el resto de mi familia estamos experimentando en Gaza a causa de los ataques aéreos y los cañones que no dejan de disparar”, explica Mohammed Shamiya, hermano de Dana.


Save the Children, organización internacional no gubernamental con sede en el Reino Unido, ha advertido de que las secuelas de la situación en Gaza seguirán afectando a los niños durante muchos años. La organización destaca que los niños de Gaza experimentan miedo persistente, privación del sueño y muestran signos de ansiedad como temblores continuos y micción involuntaria.


Además, Save the Children asegura que “no hay ningún niño a salvo en Gaza en estos momentos. Al menos 4.412 niños han muerto desde que comenzó el ataque israelí contra Gaza. Los niños que sobrevivan sufrirán secuelas mentales a largo plazo: ninguno ha salido ileso”.


En otro hogar, Bassem Al-Shawa, de 51 años, intenta calmar a su hija Marah, de nueve años y medio, al oír los bombardeos israelíes. Dice: “Cuando mi hija oye el sonido de cualquier explosión, empieza a gritar y a llorar y dice: ‘No quiero morir y quiero estar contigo’”.


“Varios días después del ataque israelí a Gaza, Marah cayó en un estado de miedo, mostrando síntomas preocupantes de deshidratación y una coloración amarillenta de la cara. Al principio atribuí su angustia al ruido constante de los ataques aéreos israelíes, pero las terribles circunstancias de los hospitales, desbordados por el gran número de víctimas, me impidieron buscar atención médica inmediata”, explicó Bassem.


Los niños de Gaza se enfrentan ahora no sólo a las crisis de pánico, sino también a una grave escasez de alimento


Y añadió: “A medida que pasaban las semanas, el estado de Marah se deterioró aún más. Hasta tres semanas después no conseguí llevarla al centro de salud más cercano, donde descubrimos que había desarrollado anemia debido a una grave desnutrición”. El miedo de Marah le había dificultado enormemente la ingesta de alimentos.


El psiquiatra Mohammad Abu Al-Sabah advirtió en las redes sociales de que los niños de la Franja de Gaza que han sufrido traumas importantes pueden correr el riesgo de desarrollar tendencias violentas. Explicó que las consecuencias psicológicas de esas experiencias traumáticas suelen manifestarse en forma de comportamientos perturbadores y agresivos. Las guerras, señaló, tienden a contribuir a una mayor prevalencia de la violencia entre los niños, ya sea en el entorno escolar o en sus hogares.


Según Abu Al-Sabah, una mayoría significativa de los niños de la Franja de Gaza se enfrentan a problemas de salud mental, como depresión, ansiedad y trastornos del comportamiento, lo que subraya la urgente necesidad de apoyo e intervención en materia de salud mental.


“¿Qué culpa tiene esta niña de contraer la enfermedad junto con el miedo? Francamente, no sé cómo tratarla dadas las difíciles circunstancias vitales en las que vivimos. Siempre cuido de mi hija y le doy de comer lo mejor posible, pero en Gaza, la calamidad te llega tan hondo que no te lo esperas”, dijo Al-Sabah.


Según Save the Children, el 80% de los niños de Gaza muestran signos de angustia emocional debido a los continuos ataques. La ONU ha emitido repetidas advertencias de que Gaza puede convertirse pronto en un lugar inhabitable.


El impacto traumático de los continuos bombardeos israelíes en los niños de Gaza es desgarrador. Su miedo es insoportable. Además, los niños de Gaza se enfrentan ahora no sólo a las crisis de pánico, sino también a una grave escasez de alimentos, lo que hace surgir el alarmante espectro de la hambruna y de la catástrofe humanitaria que se cierne sobre la Franja.

La situación de niñas y niños en Gaza empeora por momentos ante un ataque terrestre inminente.

Cientos de niñas y niños han muerto en los últimos días en el territorio palestino, convertido en una auténtica cárcel desde hace 16 años. 
El Estado de Israel cortó los suministros básicos, contraviniendo las convenciones internacionales, y exigió a la población civil la huida hacia el sur para comenzar la invasión por tierra de Gaza. 
La situación cada vez es más complicada. 
Unicef reclama un alto el fuego para poder llevar lo básico a niñas, niños y sus familias:
“Un niño es un niño. Los niños y niñas de cualquier parte del mundo 
deben estar protegidos en todo momento y no deben ser nunca atacados”


Un gran número de desplazados del barrio de Shejaiya, en la Franja de Gaza, han buscado refugio en el patio detrás del hospital Shifa,
que por ahora se considera un lugar seguro para niños y mujeres. Foto: UNICEF | Hassan Islyeh

Aunque tímidamente, al menos en algunas esferas, empiezan a alzarse las voces para presionar al Estado de Israel en relación a la situación en la que mantiene a la población civil de la franja de Gaza. Después de una semana de intensos bombardeos que han causado la muerte de cientos de personas, muchas de ellas niñas y niños, y del ultimátum a la población civil del norte de la franja para que evacuen sus casas y vayan hacia el sur para que comience la invasión por tierra.

Hace días que cientos de niñas, niños y familias han buscado refugio en los centros educativos que tiene Unicef en la franja de Gaza para intentar no morir por las bombas.

Una situación endurecida con los cortes de agua y electricidad que sufre la población civil desde hace días ya y que puede provocar, de no cambiar, importantes estragos en esa población civil que no tiene a dónde escapar. Las fronteras con Israel y Egipto, en el momento de esta edición, siguen cerradas a la espera de que la mediación internacional consiga una vía para que miles de personas puedan esquivar una muerte casi segura.

En los últimos días se han podido ver en redes sociales masivas manifestaciones por medio mundo en las que se ha pedido a Israel el cese de un ataque que se entienden como indiscriminado e ilegal y que parece que va mucho más allá del derecho de respuesta del país ante los ataque perpetrados por Hamás.

En cualquier caso, en las próximas horas, cerca de medio millón de menores que residen en la zona norte de Gaza, según informaciones de Unicef, han ido dejando sus casas, junto a sus familias, para intentar ponerse a salvo ante lo invasión inminente de la zona.

Una huida de la que hemos visto imágenes de muertes indiscriminadas realizadas por el ejército israelí.

Organizaciones como Unicef o Save the Children trabajan para poder llevar la ayuda mínima en forma de material, de comida, agua y seguridad, siempre bajo la amenaza de que las personas que trabajan en terreno acaben siendo asesinadas en algún ataque, como aquellos de los que han sido víctima el personal de las ambulancias que operan en la franja.

Un comunicado de Unicef, fechado hace unos días, recogía estas palabras de James Elder, portavoz de la organigazión en Ginebra: “El actual aumento de violencia sigue cobrándose un precio horrible en las vidas de los niños, niñas y sus familias. Nada justifica el asesinato, la mutilación o el secuestro de niños. Cualquier retraso en poner fin al conflicto tendrá inevitablemente consecuencias más devastadoras para los niños y niñas”.

Desde la organización recuerdan que la mitad de la población de los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania es menor de edad y suponen 1,1 millones de niñas, niños y adolescentes. Además, ya tenían graves carencias materiales a las que se van a unir los cortes impuestos por los israelíes sobre el suministro de agua, alimentos, combustible y electricidad.

“Un niño es un niño. Los niños y niñas de cualquier parte del mundo deben estar protegidos en todo momento y no deben ser nunca atacados”, afirmaba hace unos días Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef. “Reiteramos el llamamiento del Secretario General de las Naciones Unidas para que se anule la orden impuesta a más de un millón de civiles palestinos de evacuar el norte de Gaza y se tomen todas las medidas posibles para ofrecerles seguridad y protección. Los niños y las niñas no merecen menos”.

Una de las escuelas de Unicef, con los daños provocados por los ataques israelíes. Foto: UNICEF | Hassan Islyeh

14 libros para hablar sobre la guerra y sus desastres para todas las edades

"Las personas se sujetan unas a otras; si una persona se suelta, las demás caen", Cartel de la Paz.

Anja Rožen, 13 años, ganadora 2022 del Cartel de la Paz, Clubes de Leones. 

Anja Rožen 13 años, ganadora 2022 del Cartel de la Paz, Clubes Leones. 

Anja Rožen, una niña de 13 años de Ravne na Koroškem, Eslovenia, tiene su propia visión de cómo es la paz. 
Dio vida a esa visión a través del arte, lo que le valió el gran premio del Concurso Cartel de la Paz de la Asociación Internacional de Clubes de Leones.

Mi cartel representa la tierra y el hecho de que nos une a todos.

Mi cartel representa la tierra y el hecho de que nos une a todos....Las personas se sujetan unas a otras; si una persona se suelta, las demás caen. Todos estamos conectados con el planeta y entre nosotros”.

Anja fue una de los 600.000 participantes de todo el mundo en el Concurso anual del Cartel de la Paz patrocinado por los clubes de Leones locales. Este concurso ofrece a los jóvenes de 11 a 13 años de edad la oportunidad de compartir su visión de la paz mundial a través del arte.

La paz es muy importante” dijo Anja. “Hay paz interior, que es encontrar felicidad y plenitud sin importar cuán dura sea tu vida. La paz es también vivir sin violencia. Cuando hay paz, las naciones y el planeta entero pueden tener estabilidad y promover el crecimiento cultural. No entiendo las guerras ni cómo la gente puede permitir que sucedan o qué es lo que lleva a la gente hasta ese extremo”.

El cartel ganador de Anja Rožen fue seleccionado por su originalidad, mérito artístico y fiel representación del tema del concurso, “Todos estamos conectados”.

El anuncio oficial de la ganadora del gran premio del concurso se hizo en el Día de los Leones con las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York, donde los asistentes pudieron escuchar a Anja a través de un mensaje de vídeo. . Como ganadora del gran premio, Anja recibió dinero en efectivo, 5000 USD, y un premio. 

Acceso a ganadores del Premio Cartel de la Paz







El mundo sería maravilloso si solo se equivocaran los niños: El libro de los errores.

El libro de los horrores los escribimos los adultos,
no hay más que ver la tv, la radio, la prensa...

GIANNI RODARI,
El LIBRO de los ERRORES,
Ilustraciones de Chiara Armellini,
Traducido por Carlos Mayor,
Gianni Rodari estaba convencido de que «los errores no están en las palabras, sino en las cosas; hay que corregir los dictados, pero sobre todo hay que corregir el mundo»; de ahí nacen las historias y las rimas de este libro lleno de personajes divertidos y estrafalarios, y bastantes errores ortográficos y gramaticales. Pero que no cunda el pánico: para corregir los errores, el «maestro» Gianni usaba una valiosa gramática de la fantasía capaz de permitirnos a todos, a través de la sonrisa, el uso total de la palabra, «no para que todo el mundo sea artista, sino para que nadie sea esclavo»
¿Vale la pena que un niño aprenda llorando lo que puede aprender riendo? Si se juntaran todas las lágrimas vertidas en los cinco continentes por culpa de la ortografía, se obtendría una cascada que podría utilizarse para producir energía eléctrica. Claro que el coste de esta energía me parecería excesivo.
Los errores son necesarios, útiles como el pan y a menudo también hermosos: un ejemplo es la torre de Pisa.
Este libro está lleno de errores, y no son solo faltas de ortografía. Algunos son evidentes a simple vista, otros están escondidos en adivinanzas. Algunos están en verso, otros en prosa. No todos son errores infantiles, lo cual responde perfectamente a la realidad: el mundo sería maravilloso si solo se equivocaran los niños. Entre padres podemos decirlo, pero no está mal que también lo sepan los chiquillos.

Ucrania: Comité de la ONU insta a poner fin a los asesinatos de niños.

El Comité de Derechos del Niño de la ONU exigió hoy a la Federación Rusa 
que cese de inmediato su agresión y acciones militares 
y Cumplir con sus obligaciones de proteger a los niños de la violencia física y psicológica. 

Comunicado del Comité de la ONU para los Derechos Humanos,
GINEBRA (4 de marzo de 2022)
Acceso la comunicado

 
Con al menos 19 niños muertos y 31 heridos en los conflictos armados durante la invasión rusa de Ucrania en los últimos días, el Comité de Derechos del Niño de la ONU exigió hoy a la Federación Rusa que cese de inmediato su agresión y acciones militares y Cumplir con sus obligaciones de proteger a los niños de la violencia física y psicológica. 


El Comité emitió la siguiente declaración:

“Los niños en Ucrania actualmente están sujetos a sufrimientos y traumas extremos. Están siendo asesinados y heridos. Están separados de sus familias. Las casas están siendo destruidas. Su educación es interrumpida. Hay informes de ataques a escuelas, orfanatos y hospitales. Sus vidas y rutinas diarias han sido completamente destrozadas. Como consecuencia del ataque militar a Ucrania, los niños están expuestos a una violencia extrema y experimentan niveles insoportables de miedo y ansiedad.

La Convención sobre los Derechos del Niño consagra los derechos del niño a la vida, la supervivencia y el desarrollo y toda la gama de derechos al agua, la alimentación, la vivienda, la salud, la educación y la protección contra toda forma de violencia. Los niños tienen derecho a cuidados, asistencia y protección en todo momento. Lamentablemente, la historia ha demostrado muchas veces que los niños se encuentran entre los más afectados en situaciones de conflicto armado.

El Comité de los Derechos del Niño está profundamente preocupado por el hecho de que la agresión y el ataque militar de la Federación de Rusia en Ucrania están cometiendo graves violaciones de los derechos del niño en Ucrania, en violación de la Carta de las Naciones Unidas. Según la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, entre las 4 de la mañana del 24 de febrero y la medianoche del 3 de marzo se registraron la muerte de al menos 19 niños y 31 heridos. Los niños sufrirán consecuencias físicas, psicológicas, emocionales y traumáticas profundas y duraderas.

Como se destaca en el preámbulo del Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados , la paz y la seguridad basadas en el pleno respeto de los propósitos y principios contenidos en la Carta y la observancia de los instrumentos de derechos humanos aplicables son indispensable para la plena protección de los niños, en particular durante los conflictos armados.

El Comité de los Derechos del Niño exige que la Federación Rusa cese de inmediato la agresión y las acciones militares contra Ucrania y que cumpla con sus obligaciones en virtud de la Convención propugnada por el Secretario General de las Naciones Unidas para hacer cumplir la Carta de las Naciones Unidas para proteger los derechos de los niños a el grado más alto y como la prioridad más alta.”

Sección de Medios de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ohchr-media@un.org


El Comité de los Derechos del Niño supervisa la adhesión de los Estados partes a la Convención sobre los Derechos del Niño y sus Protocolos facultativos sobre la participación de niños en los conflictos armados y sobre la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía . La Convención a la fecha cuenta con 196 Estados partes . El Comité está compuesto por 18 miembros que son expertos independientes en derechos humanos de todo el mundo, que actúan a título personal y no como representantes de los Estados partes. 

Los bebés del 11-S que crecieron a la sombra de la tragedia y ahora temen el 20 aniversario.

Los 105 bebés del 11-S son un subconjunto dentro un grupo mucho mayor formado por todas las niñas y niños que perdieron a uno de sus padres en las Torres Gemelas, en el Pentágono o en el vuelo 93 de United Airlines que se estrelló en un campo cerca de Shanksville. 
Un total de 3.051 menores sufrieron la muerte de un progenitor. En la mayoría de los casos, el padre (siete de cada ocho víctimas del 11-S fueron hombres).
Estos niños, ahora ya adultos, conviven con el dolor, las preguntas indiscretas y la omnipresencia de las imágenes con la muerte de sus padres que, en algunos casos, no llegaron a conocer.


Robyn Higley, famosa desde el nacimiento, siempre ha odiado septiembre. Es el mes en el que sucede todo lo malo, cuando pierde su jovialidad y alegría habituales para quedarse mustia y apagada. Aunque no termine de comprender bien por qué tiene que ser así, en septiembre se siente mal.
Se acerca el vigésimo aniversario del 11-S y Robyn sabe que este septiembre será peor que los 19 ya vividos. Los medios repetirán hasta la saciedad las imágenes de aquel día terrible, habrá una explosión de emociones y fervor patriótico y ella se sentirá aún más expuesta que en los años anteriores. 
"No me gusta nada", dice. "Sí, lo entiendo, el 20 [aniversario] es algo importante, pero hay muchas expectativas sobre cómo debo sentirme, la gente espera a una niña afligida con el corazón roto, pero yo tengo casi 20 años, ya soy mayor".
Es complicado ser Robyn Higley cuando se acerca el 11 de septiembre. ¿Cómo hacer el duelo por un padre al que nunca conoció? ¿Cómo lidiar con la etiqueta que le han asignado para toda la vida, bebé del 11-S, cuando ella ni siquiera estaba en ese día terrible?

A su padre, Robert Higley, todos lo llamaban Robbie. El 11 de septiembre de 2001 fue a su nuevo trabajo como ejecutivo de una aseguradora en el piso 92 de la torre sur del World Trade Center, en Nueva York. Había comenzado tres meses antes y ese día estaba especialmente emocionado porque le habían pedido que asumiera el cargo de director en funciones.

A las 8:46 de la mañana, un avión alcanzó la torre norte y Robbie llamó a Vycki, su esposa. Le dijo que había ocurrido algo en el otro edificio pero que él estaba bien. "Vista ahora desde el recuerdo, fue una conversación dolorosamente corta", dice Vycki.

A Vycki le llevó un tiempo reconstruir lo ocurrido tras esa llamada: su marido ayudó a evacuar a doce compañeros en un ascensor, uno de los últimos en llegar a la planta baja antes de que el vuelo 175 de United Airlines se estrellara contra la torre sur a las 9:03. Robbie no logró salir. Vycki dice que decidió no entrar en el ascensor porque quería "hacer de director" y asegurarse de que todos los demás estuvieran bien.

Vycki quedó viuda el 11 de septiembre. Una madre sola al cuidado de su hija de cuatro años, Amanda, y con el embarazo de Robyn en estado avanzado. Cuando Robyn nació siete semanas después, el 3 de noviembre de 2001, ya era conocida como "la bebé del 11-S". 

Su condición de recién nacida y víctima de los atentados de las Torres Gemelas generó tanto interés que el día de su nacimiento en la sala de partos había un equipo de cámaras de la cadena ABC. "Fue gracioso", dice Robyn. "Mi madre se puso de parto, llegó al hospital y se encontró con que ABC News ya la estaba esperando".

Crecer siendo "bebé del 11-S"

Robyn Higley es una de las 105 personas que estaban en el vientre materno cuando sus padres murieron en los atentados terroristas de Nueva York, Washington y Shanksville (Pensilvania). Como miembro de este club formado bajo un criterio tan excepcional, Robyn nació y creció en un mundo donde su identidad ya le había sido asignada.

De pequeña empezó a comprender que había ocurrido algo muy grave el día en que su padre perdió la vida, pero no tenía ni idea de cómo procesarlo. "Sabía en qué consistía el 11 de septiembre, pero no cómo debía sentirme”, dice. “Para una niña de cinco años, son cuestiones muy complejas".

El desafío de educar a dos niñas pequeñas tras la calamidad de los atentados también pilló por sorpresa a Vycki. ¿Qué debía contarles? "Nadie le dio un manual a nadie", dice. "No había un manual sobre las Torres Gemelas en el que se nos dijera qué hacer, cómo criar a dos niñas pequeñas que habían perdido a su padre en esta cosa terrible".

Robyn tuvo dificultades con Amanda, su hermana mayor. Eran muy buenas amigas y estaban muy unidas pero sus experiencias opuestas del 11-S provocaban tensiones y rivalidades. Cuando ocurrió el atentado, Amanda tenía cuatro años y Robyn aún no había nacido. "Hay muchos celos entre ellas", dice Vycki. "Como bebé del 11-S, nacida tras la muerte de su padre, Robyn recibió toda la atención mediática y eso molestó a Amanda. Pero Robyn tiene celos de Amanda porque pudo estar cuatro años con su padre y ella no estuvo ninguno".

Memorial del 11-S. EFE

Cada vez que llegaba el 11 de septiembre, se intensificaba la atención sobre Robyn. "Durante todo el instituto fue algo horrible, con personas que ni siquiera eran amigas acercándose para decir 'Oye, ¿cómo estás? ¿Estás bien?'. Era como si esperaran que yo necesitara su compasión y su lástima", cuenta ella. 

A veces Robyn tenía la extraña sensación de que la gente quería que rompiera a llorar o que tuviera un ataque de nervios: "Querían que me derrumbara; cada vez que salía un anuncio del 11 de septiembre, todos los ojos giraban hacia mí en el momento en que la primera torre caía y yo empezaba a reaccionar".

Robyn, Amanda y Vycki asistirán por primera vez este año a la conmemoración oficial del 11-S en la Zona Cero. Tras evitar durante años este acontecimiento de difusión mundial, Vycki cree que ha llegado el momento. "Este parece ser el año adecuado para hacerlo", dice.

Robyn ya se está angustiando un poco por el 20 aniversario. Siete semanas después, cumplirá veinte años y eso le ha hecho pensar que no faltan tantos para llegar a los 29, la edad de su padre. "Me estoy acercando a la edad que tenía él cuando murió; cuando tenga 30 años haré cosas que él nunca pudo hacer como dejar a mi hijo en la guardería, algo que él nunca hizo conmigo", dice. "Si lo piensas, es muy desconcertante".

No poder escapar de los recuerdos

Los 105 bebés del 11-S son un subconjunto de un grupo mucho mayor formado por todas las niñas y niños que perdieron a uno de sus padres en las Torres Gemelas, en el Pentágono o en el vuelo 93 de United Airlines que se estrelló en un campo cerca de Shanksville. Un total de 3.051 menores sufrieron la muerte de un progenitor. En la mayoría de los casos, el padre (siete de cada ocho víctimas del 11-S fueron hombres).

Terry Sears lleva veinte años metida en el mundo de los niños del 11-S. Es la directora ejecutiva de la ONG Tuesday's Children, creada a pocos días de los atentados para dar asistencia a largo plazo a los niños de la tragedia. Ahora que se acerca el aniversario, Sears se ha puesto a mirar viejas imágenes de los primeros años de la ONG, cuando llevaban a los niños de excursión. 

Lo que más le impresiona es la magnitud de la pérdida. "Se organizaba un picnic en Nueva Jersey o una fiesta en la playa de Long Island, y acudían cientos de niños que habían perdido a sus padres ese día, era una sensación de duelo tan concentrada... Mirar las imágenes hoy sigue siendo algo abrumador".

A lo largo de los años, Sears ha identificado experiencias compartidas entre los niños. Una de las más potentes es la condición siempre presente del 11-S, la sensación de que no pueden escapar de él por mucho que lo intenten. "Salía todos los días en las noticias, justo cuando empezabas a ver la televisión al regresar del colegio, volvían a aparecer esas imágenes con los edificios derrumbándose", dice. "Para los niños del 11 de septiembre, sus historias se reprodujeron todos los días y durante años en público".

Sears llama la atención sobre otra potente experiencia compartida de la que también habla Robyn Higley: la tiranía de lo que esperan las otras personas. "Muchos niños del 11 de septiembre me han contado que a lo largo de los años han tratado de ser ellos mismos", dice Sears. "Conseguir un nuevo trabajo y sentirse frustrados cuando alguien les dice 'He oído que has perdido a tu padre', aunque ellos no buscaran que nadie se apiade, cuando solo querían ser normales".

"Nunca llegas a ser totalmente inmune"

Mike Friedman conoce perfectamente la sombra que el 11 de septiembre ha proyectado sobre los niños de la tragedia. Él y Dan, su hermano gemelo, tenían 11 años el día en que perdieron a su padre. "El 11 de septiembre es la única tragedia que se asocia a una fecha concreta, nadie deja que se te olvide", dice. "Está en las noticias, en la televisión, en Internet; nunca llegas a ser totalmente inmune; en la semana previa al 11-S nunca me siento como soy normalmente".

Incluso antes de los atentados, los hermanos tenían una conexión especial con los enormes rascacielos del World Trade Center en el centro de Manhattan. Mike y Dan miden 1,80 metros y fueron durante años los más altos de su escuela, incluidos los profesores. Gracias al trabajo de su madre tuvieron la oportunidad de conocer a la estrella del baloncesto Magic Johnson, que les firmó un autógrafo que decía: "A las Torres Gemelas, la mejor de las suertes". El apodo quedó y Mike y Dan serían conocidos como las Torres Gemelas mucho antes de que su padre, Andrew Friedman, fuera ese día a trabajar comprando y vendiendo acciones en el piso 92 de la torre norte. Tenía 44 años.

Entre las experiencias de los gemelos y las de Robyn Higley hay diferencias notables. Ellos sí habían nacido el 11-S y recuerdan perfectamente al director del colegio llamándolos para que salieran de clase. Les dijo que un avión se había estrellado contra el edificio de su padre en Nueva York y que no se preocuparan, que él estaba bien.

El resto del día transcurrió como si nada hubiera ocurrido. Recuerdan estar pasándolo bien en casa de un vecino, nadando en la piscina y disfrutando de la barbacoa. No fue hasta el día siguiente cuando su madre, Lisa Friedman Clark, los sentó y les dijo: "Chicos, no creo que vuestro padre vuelva a casa".

Pero también hay afinidades entre los niños del 11-S. Como le ocurrió a Robyn, a los gemelos les llevó años averiguar lo que le había ocurrido a su padre. Lisa quería ocultarles los detalles dolorosos hasta que tuvieran la edad para asimilarlos, así que crecieron pensando que su padre había estado bien hasta el derrumbe de la torre norte, que había tenido "mucho aire", como les dijo su madre. Dan tenía la impresión de que el piso 92 había sido un lugar tranquilo hasta el último momento.

Con poco más de 20 años, su madre les dijo la verdad. "Nos contó que pasó una hora y media de infierno atrapado en el piso, tosiendo un montón mientras ella hablaba por teléfono con él, con humo, paredes derrumbándose, el hueco de la escalera inaccesible, la gente ahogándose y saltando del edificio; fue algo doloroso de escuchar".

El proceso de duelo

Todos los niños del 11-S han pasado por dificultades a lo largo de los años. Los Friedman acudieron a terapeutas infantiles que les ayudaron en el proceso de duelo y de niña Robyn tuvo graves ataques de paranoia. Le generaba ansiedad separarse de su madre y solo entraba en un cine cuando alguien lo había inspeccionado y declarado seguro. "Crecí sabiendo que mi padre entró un día en el trabajo y no salió, eso me hizo tener mucho miedo de entrar en cualquier situación", dice.

Los recuerdos les han ayudado a establecer una conexión con sus padres perdidos. Los gemelos tienen colchas que les tejió un desconocido de Oregón con las camisetas y prendas de la universidad en la que Andrew estudió. Dan guarda uno de los palos de golf de su padre en la taquilla del club de Long Island donde ahora juegan los dos y Robyn guarda un conejito rosa de peluche que su padre le compró cuando él y Vycki se enteraron de que el embarazo era de una niña. 

El conejito la ha tranquilizado mucho en todos estos años. También la ha ayudado a afrontar una de sus mayores angustias: que su padre nunca supiera quién era ella. "Tuve que lidiar con eso durante un montón de tiempo, con que él no supiera quién soy; pero él sí sabía que yo era una niña, lo sabía porque me había comprado cosas y eso me reconfortaba un poco, sabía de mí, sabía quién era, se emocionaba por mí".

El asesinato de Bin Laden

Los chicos del 11-S también han compartido inesperados momentos de regocijo. El más extraño de todos, el asesinato de Osama Bin Laden en mayo de 2011. Su muerte en Pakistán a manos de un equipo de seis Navy Seal estadounidenses se anunció mientras Robyn celebraba con su familia el 14 cumpleaños de su hermana Amanda. "Lo celebramos con una tarta de chocolate, estuvo realmente bien", recuerda Robyn.

También han tenido lo que podríamos llamar las ventajas de ser famosos del 11 de septiembre. A Robyn la llevaron entre bastidores de Hairspray, el exitoso musical de Broadway. "Pude ponerme sobre un bote gigante de laca para el pelo. Para una niña de seis años, era lo más genial que había", recuerda. Todos los veranos asistía durante una semana al "Campamento de América", un lugar de recreo en el campo dedicado expresamente a los niños del 11 de septiembre. Llegó a considerarlo un refugio, un lugar donde no había que dar explicaciones ni tenía que hablar de "eso".

Con el paso de los años, según cuenta Robyn, su afecto por el padre que nunca conoció se ha hecho más profundo. Cuando ella era niña, él solo era una fotografía. Ahora tiene un perfil más completo de su padre como ser humano. "Un loco divertido al que le gustaba hacer reír a la gente", dice. "Una de las mejores personas que hayan existido".

Pese a todo, Robyn dice estar sorprendida por lo bien que ha salido, por cómo pasó de bebé del 11-S a convertirse en una mujer independiente y fuerte. "Estoy muy sorprendida por lo bien que he salido teniendo en cuenta todo lo que había en mi contra". 

Dice que sólo tiene dos penas. Le gustaría que su padre estuviera cerca para verla crecer. "Que pudiera ver lo orgullosa que estoy de mí misma", dice. El otro está relacionado con el mismo 11 de septiembre. De vez en cuando se permite divagar sobre cómo Robbie sacrificó su propia vida para salvar a otros. "Fue un héroe y eso me encanta", dice. "Pero también hay momentos en los que me enfado: ¿por qué no se subió a ese ascensor?".

Traducido por Francisco de Zárate     

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