Manifiesto de Santander. Día Universal de la Infancia, 20 de Noviembre.



manifiesto infancia santander 2016

Cuarto Encuentro Estatal de Consejos 
de Participación Infantil y Adolescente.


Los niños, niñas y adolescentes reunidos en el Cuarto Encuentro Estatal de Consejos de Participación Infantil y Adolescente celebrado los días 4,5 y 6 de noviembre de 2016 en Santander, en representación de los órganos de participación de España y en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño, hacemos público el presente manifiesto que recoge nuestras conclusiones en torno a los temas que nos afectan.







educación

Educación



•    La educación es la llave del futuro.

•    Quitar las reválidas injustas.
•    Sensibilizar sobre la importancia de la educación.
•    Proyecto Releo, es decir, reciclar los libros y que las editoriales no cambien cada año de formato. 
•    Que los libros sean menos pesados y se puedan dividir las asignaturas por trimestres.
•    Fomentar la mediación en los casos de acoso escolar, escuchando a ambas partes, tanto la del acosador como la del que ha sufrido el acoso. 
•    Profesores más especializados en cada asignatura y coordinados.
•    Menos teoría y más práctica. Simplificar y explicar más los temas.


igualdad
Igualdad de oportunidades



•    Creemos que debemos incluir la igualdad en diferentes ámbitos como género, deporte y el mundo laboral, entre otros, y como eje trasversal en educación.
•    Hay que concienciar más a los coles e institutos acerca que todos somos iguales y que tenemos los mismos derechos y obligaciones, ofreciendo charlas para fomentar la igualdad, además de trabajar con las familias. 
•    Premiar buenos resultados académicos y dar ayudas económicas a aquellos con pocos recursos.
•    En cuanto a los medios de comunicación, que toda la información que se aporte, sea de manera objetiva.
•    Y en cuanto a la inmigración, que se fomenten espacios de encuentro y de convivencia con gente de diferentes razas y culturas.
•    Creemos que el pilar fundamental de la igualdad es la educación, ya que partiendo de una buena base educativa se pueden pulir todas las diferencias y por tanto la sociedad podrá avanzar y mejorar.


protección
Protección


•    Los derechos son las leyes morales de una sociedad. 
•    La protección no solo es arreglar lo que ya está hecho, 
sino prevenir lo que pueda suceder en un futuro. 
•    Todo el mundo tiene igual derecho a la protección. 
•    Fomentar la conciliación familiar, dado que la familia es uno de los factores más importantes en la prevención del maltrato. 
Y en el caso del maltrato por parte de la familia, los amigos son importantes. 
•    Se debería concienciar, pero no solo a los niños pequeños, sino también a los jóvenes y adultos con juegos o actividades dinámicas, y no solo con reuniones, que no sirven de nada.

refugiados

Refugiados


•    Los años siguen pasando, la situación sigue siendo la misma, o incluso va a peor. Hay más refugiados y eso conlleva a que haya más muertos, más sufrimiento y ninguna solución. 
Los gobiernos tienen que empezar a moverse, dar ayudas y no quitar ilusiones.
También tienen que abrir muchas de las fronteras que les hemos cerrado. 
Porque hoy les ha tocado a ellos, pero mañana nos puede tocar a nosotros.
Todos podemos ayudar un poco poniendo de nuestra parte y sin dar la espalda a este problema que desgraciadamente aumenta día a día.

bienestar y salud
Bienestar y salud



•    Que la salud sea gratuita a nivel mundial y de calidad.
•    Regular la venta de alcohol y drogas.
•    Más hospitales en los pueblos.
•    No queremos guerras.
•    Queremos médicos para todos. 
•    Derechos para todos. 
•    Garantizar el derecho al hogar.
•    Que la familia y amigos cuiden nuestra autoestima y que no se metan con nuestra imagen, que respeten cómo eres y cómo te vistes.

participación

Participación


•    Se debería educar teniendo en cuenta el derecho a participar.
•    Se debe cambiar la forma de enseñar, los profesores deberían dejar participar más a sus alumnos. 
•    Se pueden hacer diferentes dinámicas y actividades para aumentar los niveles de participación, no solo de los niños, sino también de los ciudadanos. 
•    Se debería hacer más campañas de sensibilización para dar a conocer y promover este derecho.
•    Se debería pasar encuestas a los niños para que sus opiniones sean tomadas en cuenta. 
•    Hacer más actividades en las que participe todo el mundo.
•    Apertura de nuevos colegios. 
•    Se pueden hacer aplicaciones para que la gente opine y participe diciendo qué se puede mejorar.
•    Tiene que mejorar la eficacia de la participación, porque desde que damos una idea hasta que la hacen, pasa mucho tiempo.
Se debería tomar esto más en serio. 
•    Hacer más debates.


Y como conclusiones finales creemos que:

o    Todos tenemos los mismos derechos, por lo que todo el mundo tiene derecho a participar.
o    Pensar globalmente y actuar localmente.


Santander, 6 de noviembre de 2016.


¿Sabes que este manifiesto ha sido elaborado por más de 200 niños, niñas y adolescentes de toda España?




 Promueven:

“Plataforma “La Ayuntamiento de Santander UNICEF Ciudades Amigas

Colaboran:



Hoy Día de los Derechos de niñas, niños y adolescentes. Felicidades!

http://www.infanciacontemporanea.com/2016/11/19/the-place-of-digital-devices-in-the-home-and-family-routines-of-young-children-3-7-in-madrid/

¿Pequeños/as Ciudadanos/as?, 20 Noviembre, Día Universal de la Infancia.

20 Noviembre,
Día Universal de la Infancia

Más de ocho millones de españoles/as tienen reconocido su derecho a cuestiones tan fundamentales como la educación, la salud, o el derecho a ser escuchado/a pero sin embargo no pueden votar...

Muy diversas han sido las medidas e iniciativas que se han tomado para abordar sus problemas pero, en definitiva, una de las más importantes para cambiar su realidad se debatirá en los próximos días en el Congreso de los Diputados: la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado. Es en ese momento, donde debe notarse la existencia de un verdadero compromiso con la infancia, situando su protección con el peso que requiere. Las leyes no son suficientes para cumplir los derechos de la infancia, deben ir acompañadas de políticas y recursos adecuados.

En los tiempos de crisis económica las administraciones públicas han disminuido la protección que destinan a los niños y las niñas, situándose la inversión en infancia en una reducción de 6.300 millones de euros en el periodo de 2010 a 2014.

Los próximos presupuestos serán un ejercicio de negociación política sin igual para satisfacer las demandas de un Congreso plural y para abordar los requisitos que plantean las instituciones europeas. Pero no podemos perder en este debate el impacto que tendrá las medidas en los más vulnerables. Es la infancia la que más se ha visto afectada por la crisis situando las tasas de pobreza infantil en porcentajes superiores al 30%, y es también la que más notará cualquier cambio en la calidad de los principales servicios públicos.

Es el momento de darle el espacio que se merece a los niños y las niñas, planteando medidas necesarias como incrementar la actual prestación por hijo/a a cargo de 24 euros al mes, por una prestación con mayor dotación que revierta en más beneficiarios y que reduciría drásticamente el número de niños y niñas en riesgo de pobreza infantil que actualmente se sitúa en 2 millones y medio aproximadamente. Una medida con una dotación presupuestaria relevante pero con una profunda capacidad de impacto, sacaría a España de la cola europea en este tipo de prestaciones.

Sin un cambio en esta situación, la pobreza no sólo afectará  la calidad de sus vidas en el presente, sino como cita una de nuestras entidades miembro, Caritas Española,  en su informe “ La transmisión intergeneracional de la pobreza”, el 80% de estos niños y niñas seguirán empobrecidos/as al hacerse adultos.

Es necesario que los Presupuestos consideren a la infancia como CIUDADANOS/AS en mayúsculas y no como pequeños/as ciudadanos/as. En este sentido, pedimos que las Administraciones Públicas tomen en cuenta a la infancia en la elaboración de los próximos Presupuestos Generales del Estado, porque acabar con los principales retos que sufren los niños y las niñas es, principalmente, un asunto de voluntad política y está en nuestras manos conseguirlo.

Sobre los deberes y la huelga, Carta.

Respuesta a David. 


Heike Freire
"La huelga no es ir en contra de los profesores, 
de hecho muchos la apoyan, 
sino a favor de los niños y las niñas..."

Estimado David: 
Dices que te surjen muchas dudas y me preguntas mi opinión sobre los deberes. Aunque ya la he expresado en varios lugares, voy a decirte lo que pienso al hilo de un par de intervenciones que últimamente se han expresado en contra de la huelga en las redes.

Personalmente, estoy a favor porque creo que suscita dudas y preguntas, justo lo que te ha pasado a tí, y aunque a veces sean incómodas, pienso que reflexionar sobre algo, no darlo por cerrado y evidente siempre es saludable. Pero tengo varios amigos, algunos profesionales a los que admiro, que están en contra y respeto su opinión, y cuando podemos debatimos. 
Porque si en algo estoy de acuerdo con esta madre es en la necesidad de diálogo que tenemos en este país...También creo que tiene mucha razón cuando señala lo negativo que es para niños y niñas que convirtamos su vida en un campo de batallas adulto: con la pareja, con los abuelos, con los profesores...
Es verdad que a veces somos inmaduros, proyectamos nuestras insatisfacciones sobre los pequeños y los utilizamos para no enfrentar nuestras debilidades, nuestros miedos. Pero, afortunadamente, la mayoría intentamos hacerlo lo mejor posible. 
Me parece que tanto padres como profesores y también los niños y niñas, merecemos todo el respeto, y es fundamental que trabajemos juntos, codo con codo, en la educación de las criaturas y en nuestra propia educación. 
Como ya he señalado, desde mi punto de vista la intención de la huelga no es ir en contra de los profesores, de hecho muchos la apoyan, sino a favor de los niños y las niñas. Y en este sentido, si las batallas no son saludables para ellos, la disensión y el diálogo sí que lo son: mostrar cuando estamos en desacuerdo es ser un buen modelo, dar un magnífico ejemplo. Si no decimos lo que pensamos, con todo el respeto, les estamos enseñando a callar sus propias ideas y sentimientos, en lugar que se sientan libres para expresarlas, en una sociedad más igualitaria y democrática. Pero como te decía, es una cuestión muy personal. 
Generalmente, nos referimos a nuestro pasado, a nuestra propia infancia para hallar una respuesta, y si nuestra educación ha sido convencional, con deberes y exámenes y no nos ha ido demasiado mal, concluimos que deben ser buenos. Quienes hemos tenido la suerte de vivir otra escuela, aunque fuese solo unos pocos años, sabemos que se puede aprender, incluso mejor, con mayor bienestar, sin todas esas cosas. Una de las principales razones por las que estoy en contra de los deberes, en general, es porque nunca he visto a un niño o una niña que estuviera feliz haciéndolos. Y sin excepción, todas las niñas y niños con los que he hablado, hecho entrevistas, grupos de discusión etc, siempre me han dicho que son demasiados (la presión académica que soportan los niños y niñas de hoy no tiene comparación con la que recibíamos antes), que les parecen repetitivos y aburridos, que no suelen estar coordinados entre los profesores y que les quitan tiempo de juego y descanso. 

Sobre la presión recuerdo a un niño que me dijo: si no hago los deberes y saco buenas notas, de mayor seré mendigo y tendré que dormir en la calle. Hace tan solo unos días en Perú, cuando les pregunté a unas niñas que llevaban uniforme si preferirían ponerse pantalones en lugar de falda, me contestaron que sí pero que nunca lo harían porque les bajarían la nota o las suspenderían. No creo que sea bueno para los niños que vivan, crezcan y se eduquen con miedo. 
Después está la situación particular de cada familia (a algunas les sirven tal vez, a otras se les quedan cortos y a otras posiblemente les sobrepasen), así como el tipo de tareas que se plantean, su sentido etc. Hay muchas cosas que revisar, y estoy totalmente de acuerdo con Jaume Funes en que deben convertirse en una vía más para transformar la escuela, para adaptarla cada vez más no a lo que pensamos los padres y madres, ni los profesores, ni los políticos de turno, sino a las necesidades auténticas de cada niño y de cada niña. Como ves podría seguir escribiendo sobre esto toda la noche, pero tengo que descansar. Espero que te sirva. Un fuerte abrazo a toda la familia

Heike Freire

"Análisis de la actual situación de los niños y las niñas refugiados en Europa',Congreso.

23 de noviembre en la 
Universidad Carlos III 
Campus de Getafe,Madrid.
Organiza




El próximo 23 de noviembre en la Universidad Carlos III de Madrid analizaremos  la situación de los/as niños y niñas refugiados/as en Europa.

Presentado por Patricia   Cuenca Gómez- Secretaria   Académica del IDHBC y profesora de Filosofía del  Derecho de la UC3M-, 
Óscar   Celador   Angón, Director   del   Departamento   de   Derecho Internacional, Eclesiástico y Filosofía del Derecho y Catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado de la UC3M- y 
 Helena  Soleto  Muñoz, Subdirectora  del  Departamento  de  Derecho Penal, Procesal e Historia del Derecho y del Instituto de Justicia y Litigación “Alonso Martínez” de la UC3M, 
el Congreso contará 
con la participación de Elena Arce Jiménez- Jefa del Área de Migraciones e Igualdad de Trato en el Defensor del Pueblo-, 
Elena Muñoz- Responsable del Servicio Jurídico de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado-, 
Miriam González Morla-Labor de reasentamiento de refugiados en ACNUR-, 
Sara Collantes-Responsable de Políticas de Infancia y Desarrollo de UNICEF Comité Español-, 
Ana Sastre Campo- Directora de Sensibilización y Políticas de Infancia en Save the Children España- y 
 José Javier Sánchez Espinosa- Subdirector del Departamento de Inclusión Social de Cruz Roja. También habrá relatos en primera persona.
Lugar: 
 Aula 17.2.75, Universidad Carlos III de Madrid, Campus de Getafe.


Hablando sobre la muerte y el duelo con niños

Elizabeth García.
 








¿Qué significa morir? ¿qué creencias religiosas, espirituales o filosóficas tenemos los adultos sobre el final de la vida? ¿qué preguntas se hacen los niños? ¿por qué hablar con ellos de este tema? ¿cómo lo hacemos si a nosotros como adultos no cuesta y nos angustia asumir este hecho vital? 
Los niños y niñas se hacen infinidad de preguntas sobre la muerte sin necesidad de haber vivido un duelo o haber sentido el dolor de perder a un ser querido. Intuyen, observan y se dan cuenta perfectamente de los cambios que experimentan las plantas, los animales y las personas. Preguntarse el porqué de estos cambios no responde más que a su deseo de aclarar y confirmar lo que ya desde muy pequeños intuyen y quieren saber, porque lo que realmente vive un niño con mayor angustia es que sus cuestiones queden sin explicación.
Comprender este concepto no es sólo un cuestión racional sino que la emoción tiene un papel fundamental. Nosotros podemos explicar a los niños lo que la muerte significa pero su asimilación dependerá de su edad, su momento evolutivo y grado de madurez, sus experiencias vitales, su desarrollo cognitivo así como el estilo de comunicación que utilicemos y la actitud que tengamos ante este tema. Y es que saber no es lo mismo que asimilar lo que se sabe.
No importa si tenemos dudas o no tenemos respuestas para todo. De lo que se trata es de saber reconocer nuestras propias limitaciones, de acercarnos al niño no como “sabedores” de todo, sino como personas también limitadas con dudas y con preguntas sin resolver.
Para ayudarnos a dar respuesta a algunas de nuestras inquietudes como educadores, ya sea en el ámbito familiar o escolar, hay publicada bibliografía muy interesante (en español y en inglés) que nos invita a reflexionar y nos acerca pautas básicas a tener en cuenta a la hora de abordar este tema con nuestros hijos o nuestros alumnos:
Hablemos de Duelo: Manual Práctico para abordar la muerte con niños y adolescentes.
  • Publicado por la Fundación Mario Losantos del Campo.
  • Un manual práctico que podéis descargar de forma gratuíta y que ayuda a los padres, profesores y adultos en general a solucionar sus dudas sobre el duelo infantil y a encontrar la mejor forma de explicar a los niños qué es la muerte en las diferentes etapas del desarrollo. Señala aquellas emociones y cuestiones que son más habituales y nos ayuda a identificar los signos de alarma que debemos tener en cuenta en caso de que el niño necesite ayuda profesional.
  • Incluye un apartado para abordar este tema con personas con discapacidad intelectual.
  • Recoge bibliografía recomendada para educadores, cuentos para leer con los niños así como películas y otros recursos didácticos que nos pueden ayudar a abordar este tema.
 Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo VIDA
Mario Benedetti
Otros recursos recomendados:

Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo VIDA. Mario Benedetti

¿Qué está pasando?: Alcohol y niños



Por Adrián Cordellat y Diana Oliver








Según los datos de la última Encuesta sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias, realizada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y publicada en 2015, el 78,9% de los menores entre 14 y 18 años ha probado el alcohol alguna vez en su vida. Uno de cada tres, por su parte, lo había consumido en el último mes a modo de atracón y seis de cada 10 aseguraban haber participado en algún botellón en el último año. La encuesta del Ministerio no tiene en cuenta a los menores de 14 años, pero lo cierto es que el consumo de alcohol ha traspasado esas barreras de edad, como demuestra la muerte por coma etílico de una niña de 12 años la semana pasada. 

Desde la sociología se apunta habitualmente al hecho de que puede estar produciéndose una maduración temprana de niñas y niños”, asegura Iván Rodríguez Pascual, presidente del Grupo de Investigación de Sociología de la Infancia de la Federación Española de Sociología (FES)**
Según el sociólogo, esta tendencia estaría relacionada con tres factores:
.- Por un lado las nuevas pautas familiares de socialización (“padres y madres haciendo equilibrismos para que no les mate eso que eufemísticamente llamamos “conciliación y que apenas pueden dedicar un tiempo de calidad a crecer junto a sus hijos que lo hacen a veces prácticamente solos”); 
.- por otro, el temprano rol de los jóvenes como consumidores; y, 
.- por último, la anticipación de la propia maduración biológica, “que parece hoy un hecho constatado”. 

"La conjunción de estos tres aspectos ha provocado, según Rodríguez, una situación contradictoria: “Nos encontramos con personas a las que consideramos menores de edad y a las que situamos en un limbo de no-madurez, de hecho hasta les alargamos la adolescencia y la juventud. Sin embargo, desde muy niños están acostumbrados a sentirse maduros en muchos otros campos: consumidores activos, gestores de su propio dinero, “propietarios” de tecnología… Es un caldo de cultivo perfecto para que sientan maduros para consumir alcohol”. 

A esta contradicción alude también Myriam Fernández, cofundadora de la Asociación Grupo de Sociología de la Infancia y la Adolescencia (GSIA), que asegura que vivimos en un “sistema contradictorio para una buena crianza de los niños” en el que estamos usando unos valores “antagónicos”. ¿Para qué sirve tener leyes de protección a la infancia y a la adolescencia cuando éstas no son acompañadas por las leyes laborales, penales, civiles que van en colación con los adultos que tienen que criar a sus hijos? Ahí es dónde tendrían que estar instaurados los valores de una sociedad que cuida a los niños. La sociedad española, en ese sentido, no los cuida”. 

El contexto cultural 

Muchas veces, cuando suceden desgracias de este tipo, se asocia el consumo de alcohol a una realidad cultural establecida. Para Myriam Fernández**, la muerte de una menor en un botellón no se puede explicar como algo cultural, “ya que para que fuese así esta realidad tendría que ser integrada, normalizada y aceptada por la propia población, algo que no sucede en España para ninguna franja de edad cuando hablamos de beber de esta manera”. Para la politóloga, en los países mediterráneos está instaurada la cultura del vino, asociada a las relaciones sociales, a la comida, a las reuniones familiares, a beber en pequeñas cantidades y de forma dosificada: 
Ahora los chavales se reúnen en botellones solo por beber, 
lo que no tiene nada que ver con lo que culturalmente estaba establecido aquí”.



Para Iván Rodríguez, por su parte, sí que es una realidad cultural actual el hecho de que los jóvenes “decidan desafiar prohibiciones para reunirse en grupos más o menos masivos en los que no se entiende la sociabilidad si no es alrededor del consumo de alcohol”, algo que delata un cambio tanto en el cómo se consume como en el qué se consume. 
Otra realidad cultural para Rodríguez, por su parte, es que las fronteras de edad en las que los chicos y chicas se inician en el consumo del alcohol y otras sustancias “son movibles y han cambiado con el tiempo, a veces de manera paradójica”. Así, según el sociólogo, es muy probable que estemos asistiendo a un cambio en estas edades de inicio, “que puede que se estén retrasando para otras drogas antes más populares pero que se revelan inesperadamente tempranas en el caso del alcohol”. 

Esta reflexión la corrobora la encuesta del Ministerio de Sanidad, que deja un dato alarmante: “Los estudiantes de entre 14 y 18 años perciben el alcohol como la sustancia menos peligrosa”
Para el responsable de FES, este dato refleja “la hipocresía” con la que nuestro contorno social trata la bebida: “¡Hasta hemos tenido un conocido expresidente del gobierno que alardeaba de su derecho a beber al volante! Una droga tan dura recibe siempre en nuestro entorno un trato complaciente, convirtiéndose en deseable no solo para los adultos que la consumen habitualmente, sino también para los que aspiran a serlo”. 
En ese sentido Iván Rodríguez recuerda que “hablamos de adolescentes, no de tontos”, por lo que 
resulta incoherente informarles sobre el peligro de beber 
si luego “ven cómo lo hacemos los adultos continuamente”.




¿Qué está fallando? 
Se nos olvida que los niños, los adolescentes y los jóvenes son parte activa de la sociedad, son sujetos y actores tan importantes de ésta como los adultos y los ancianos. Solo nos fijamos en ellos cuando suceden este tipo de noticias. Y generalmente malas. Cuando hacen algo bueno no son noticiables”, lamenta Myriam. 
Aspecto en el que también incide Iván, que considera “significativo culturalmente hablando” que el mundo adulto solo se acuerde de estos temas cuando se producen este tipo de hechos, “sin que reciba la atención merecida el resto del tiempo”.
¿Qué está fallando entonces? “Están fallando muchas cosas, pero la mayor parte de ellas no fallan en el mundo de los adolescentes, sino en el de los adultos, asegura Iván Rodríguez. 
Para el sociólogo de FES falla una sociedad que se empeña en dar mensajes “que, de tan contradictorios, acaban por ser surrealistas (“Si nuestra sociedad banaliza el alcohol y prodiga su consumo, cualquier información sobre sus efectos parece de cartón- piedra”); y falla una sociedad en la que, aparentemente, “es tan fácil para niños y niñas de 12 años acceder a una droga muy peligrosa, como es el alcohol”. 
Aspecto, este último en el que también coincide con Myriam Fernández, que asegura que necesitamos un sistema legislativo, político y social que no sea, como en la actualidad, “totalmente contradictorio” en estos temas. “Queremos proteger a los niños y los desprotegemos de esta manera”, afirma Fernández, que explica que es “facilísimo” comprar alcohol por parte de menores y fuera del horario establecido en “comercios orientales” ante la pasividad de quienes deberían evitarlo.

También, para Rodríguez, fallamos como sociedad porque en medio del mundo de opulencia material y tecnológica en el que ellos viven, en muchos casos hemos “abandonado” a nuestros hijos e hijas: 
“Han crecido sobreprotegidos en casas acolchadas y equipadas 
con cierres anti-niños en los armarios y sin salir a la calle porque nos daba miedo, pero se han hecho adolescentes y de repente impera la lógica contraria: 
tienen una vida propia que discurre alterna a la nuestra y se la juegan sin red porque los damos por imposibles y parece que ya no es posible entendernos”. 

Para Myriam Fernández, por su parte, tiene mucho que decir en este aspecto “la educación dentro de las familias”, que es la base primordial. Y también la educación en los colegios, donde la relación con el alcohol y otras drogas no debería abordarse solo de forma puntual, sino que debería ser un “tema transversal” que se tendría que tratar en muchas asignaturas “desde primaria” para que los niños conozcan y vean los efectos que el alcohol “puede tener en su desarrollo como adultos”.


Un batiburrillo de leyes 


En la actualidad, en España, no existe una norma específica, sino una serie de normas que tratan cuestiones relacionadas con el alcohol y un “batiburrillo” de leyes autonómicas que, en general, según afirma Francisco Ojuelos, abogado y autor del blog Crítica Procesal, incluyen “una prohibición de venta de alcohol a menores de 18 años y una serie de limitaciones adicionales”. 
En 2007 y 2014 hubo dos Proyectos de Ley más centrados en el consumo de alcohol que pretendían incluir advertencias sanitarias en el etiquetado y la publicidad, ampliaban el ámbito de la responsabilidad (a los padres negligentes y se exigía la denuncia de los médicos), restringían en mayor medida la publicidad y establecían sanciones económicas más severas. “La historia de estos proyectos y los anteriores ha sido la historia de un fracaso: el de los poderes públicos”, asegura Ojuelos, que parafraseando al Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, que declaró que “las evidencias científicas relacionadas con el cáncer justifican la recomendación de no ingerir bebidas alcohólicas”, se pregunta “¿Cómo es posible que un producto como el alcohol no incluya advertencias sanitarias?”.



En ese sentido, para el abogado es necesario llegar a un nivel “como el alcanzado respecto del tabaco”, en el que debe quedar “absolutamente claro” que el alcohol no se asocia con salud, éxito o belleza, “como pasó una vez con el tabaco”. Ojuelos afirma que cuando se produce el consumo de alcohol por menores, “el sistema de salud pública -que sufragamos todos- ha fracasado”. El fracaso, en su opinión, “es doble si se llega al consumo por falta de conciencia de sus efectos nocivos para la salud”.

** Tanto Myriam como Iván son socios de GSIA